¿Soy yo la mala por decirle a mi amiga que no es justo que yo tenga que estar disponible solo porque ella tiene hijos?
Esto pasó hace unas semanas pero todavía lo sigo pensando.
Mi amiga (39 años) y yo (36 años) nos conocemos desde hace 10 años, y en todo ese tiempo, no ha llegado puntual ni una sola vez. Da igual si es una cita casual para tomar café, una obra de teatro o mi cena de cumpleaños: siempre llega tarde, y normalmente no menos de 20 minutos. Una vez incluso llegó 45 minutos tarde a una cena a la que ella me había invitado porque “tenía que pasar a comprar unas cosas antes”.
He intentado hablar con ella muchas veces de diferentes formas para que entienda cómo me siento. Odio llegar tarde y tampoco me gusta que los demás lo hagan, más allá de los típicos 5-10 minutos, especialmente si ni siquiera me avisan, porque me hace sentir que no valoran mi tiempo tanto como el suyo. Ella siempre se lo toma a la ligera, así que simplemente empecé a sumar 20 minutos a cualquier hora que acordamos. No me gusta, pero más o menos funciona, ya que tampoco nos vemos tanto como antes.
Hace unas semanas decidimos salir a caminar, solo nosotras dos. Ella pospuso la hora como una hora porque su hijo menor necesitaba dormir la siesta, lo cual me pareció bien. Como siempre, salí de casa alrededor de la hora acordada, pero terminé llegando unos minutos tarde porque tomé un camino equivocado y me perdí.
Cuando llegué, ella comentó que había llegado tarde, le pedí disculpas y seguimos conversando. Ella empezó a decir que no podía poner una hora fija para vernos porque con los niños nunca se sabe y pueden surgir muchas cosas imprevisibles. Su propuesta era que quedáramos entre, por ejemplo, la 1 y las 2 de la tarde, y que ella me mandaría un mensaje cuando estuviera lista. No vivimos muy lejos y normalmente quedamos en un punto intermedio, pero eso igual significaría que yo tendría que estar en “espera” hasta que a ella le parezca bien (y estoy segura de que con su forma de manejar el tiempo, una hora no sería suficiente), y eso me dificultaría mucho organizar mi día.
Así que le dije que entiendo que los niños son impredecibles y no me molesta que llegue un poco tarde por eso, pero que tampoco me parece justo tener que quedarme esperando sin saber cuánto tiempo solo porque ella tiene hijos. Su esposo está muy presente y no tiene ningún problema en cuidar a los dos niños una tarde, así que sé que se puede hacer —además, todas mis otras amigas con hijos pequeños también logran llegar a tiempo.
Ella se molestó en silencio y dijo algo como “bueno, es lo que hay”, que para mí es como decir “aguántate” —por eso creo que en su cabeza yo soy la mala. Pero por otro lado, no creo que sea justo para mí, porque no es que tenga responsabilidades que se lo impidan, sino que parece más bien una excusa para no preocuparse por el tiempo ni los planes de los demás.
Entonces, ¿soy yo la mala?