Mi hermana, Lisa, aprovechó la muerte de su esposo para acercarse a mi esposo, Rick, y luego comenzó a presionarme para que me divorciara de él para que ella pudiera tomar mi lugar. Lisa perdió a su esposo hace un año, y después de eso, se acercó a Rick para pedir ayuda. Se reunieron varias veces sin mí, y una vez llegué a casa y los encontré acostados en la misma cama—aunque ambos estaban vestidos y no se miraban, eso me hizo sentir extremadamente incómoda. Le pedí a Lisa que se fuera, pero al día siguiente Rick la invitó a nuestra casa sin decírmelo.

Recuerdo claramente que cuando abrí la puerta, Lisa lloraba y se lanzó a los brazos de Rick. Antes de que alguien dijera algo, ella me pidió que saliera porque tenían asuntos privados que hablar. Cuando escuché los suspiros de Lisa, no podía creer lo que veía cuando regresé y los encontré besándose apasionadamente. Mi mundo se derrumbó delante de mí. Salí corriendo y me encerré en el dormitorio, intentando contener el dolor. Rick vino después, evitando mirarme, murmuró unas palabras y se sentó en la cama. Cuando le pregunté qué pasaba, guardó silencio hasta que le grité para que respondiera, y entonces admitió que amaba a Lisa.

Me derrumbé, incapaz de creer que después de diez años juntos me traicionara así con mi propia hermana. Rick dijo que lamentaba no haber experimentado con otras mujeres antes de casarse conmigo, y que después de pasar tiempo con Lisa se dio cuenta de que ella era a quien realmente quería. No supe qué decir; mi vida se sentía completamente destruida. También le dije que quizá estaba embarazada, pero él no se sorprendió—dijo que me apoyaría aunque planeaba dejarme por Lisa y me ofreció todo si aceptaba el divorcio.

Estaba furiosa y le grité que se fuera, que no quería volver a verlo. Él incluso intentó abrazarme, pero lo aparté. Luego dijo que todavía me amaba y quería arreglar las cosas, y se fue.

Llamé a mi madre, quien reveló que Lisa había confesado sus sentimientos hacia Rick hace mucho tiempo y que quería estar con él. Ahí fue cuando empecé a buscar un abogado para prepararme para el divorcio.

Al día siguiente compré una prueba de embarazo y, por suerte, salió negativa, aunque habíamos intentado tener un hijo. Después recibí una carta de Lisa disculpándose por todo, explicando que se sentía sola tras perder a su esposo, que poco a poco se enamoró de Rick y no podía dejarlo ir. Lisa afirmó que no hicieron nada más que ese beso que yo vi y pidió mi perdón.

Rick también llamó, diciendo que aún me amaba y quería reconciliarse, lo que me confundió. No entendía por qué decía eso después de dejarme por Lisa.

Mi madre dijo que había sabido de los sentimientos de Lisa hacía Rick desde hace tiempo y trató de convencerla de renunciar, pero no pudo. Lisa también me culpó por “mostrar felicidad” con Rick, lo que le dolía, y me pidió que no contactara más a Rick; enviaría los papeles de divorcio pronto. Más tarde supe que Lisa estaba embarazada del hijo de Rick.

Rick me llamó tan pronto supo por mi padre, pidió disculpas y dijo que no quería que las cosas terminaran así. Le pregunté cómo Lisa podía estar embarazada si estábamos intentando tener un bebé, y él dijo que tal vez aún podía embarazarme si yo quería. Grité furiosa; él admitió que quería estar con las dos, pensando que era un mujeriego.

Luego Lisa envió un mensaje diciendo que traería los papeles del divorcio en una semana, y que planearon casarse el mes siguiente, invitándome a la boda pero pidiéndome fingir que nunca pasó nada con Rick. Estaba realmente confundida—no sabía a dónde había ido el hombre que amé hace diez años, y por qué todavía quería aferrarme a algo imposible.

Al final, ya no consideraba a Lisa mi hermana; había destruido mi vida. Estaba destrozada y no sabía qué hacer con Rick, que seguía enviándome mensajes diciendo que aún me amaba y quería tener un hijo conmigo, aunque había elegido a Lisa.

Con el tiempo, admití amargamente que había sido tentada y que incluso pensé en volver con Rick para vengarme de Lisa. Rick también intentó contactarme a pesar de que Lisa trataba de mantenerlo alejado. Finalmente, Rick y yo nos reunimos; quedé embarazada de su hijo y esperé que la vida mejorara. Pero la familia se volvió en mi contra, Lisa me amenazó con violencia, y tuve que pedir una orden de protección.

Rick estaba bajo presión para cortar contacto conmigo o enfrentar el rechazo familiar. Se fue distanciando, no quería divorciarse de inmediato por varias razones. Incluso me acusó de seducirlo para volver y me culpó por complicar su vida con mi embarazo. Me di cuenta de que había estado ciega, destruyendo mi propia vida en busca de felicidad.

Ahora estoy embarazada de ocho meses, con miedo de criar a un hijo sola, sin querer renunciar a mi bebé pero con el corazón roto por haber perdido a mi esposo, mi familia y mis amigos. Estoy casi completamente sola en un caos que yo misma causé.